Implementar la cultura del cumplimiento en una empresa es un proceso complejo que requiere una transformación profunda de su identidad y valores fundamentales. Esto implica rediseñar el ADN organizacional para alinear sus principios y normativas con las exigencias legales vigentes.
Para lograr esto, es crucial transmitir esta cultura a cada integrante de la empresa, lo que requiere un compromiso colectivo para internalizarla plenamente. El cambio hacia una mentalidad de cumplimiento va más allá de simplemente prohibir prácticas inaceptables, como el ofrecimiento de "regalos" a funcionarios públicos o la contratación de familiares sin méritos. Implica establecer políticas y estrategias efectivas para prevenir y combatir la corrupción y el soborno.
La importancia de contar con un programa de Compliance dentro de una empresa es crucial, ya que es un recurso esencial para crecer reputacional, económica, organizacional y éticamente. Sin embargo, para lograr un programa efectivo, es fundamental anticiparse a los principales obstáculos y problemas frecuentes en tu empresa, ya que las fallas suelen surgir del desconocimiento de la empresa y de importar programas sin adaptarlos a sus necesidades específicas.
Las normas de Compliance que surgen cada día obligan a las empresas a interiorizar asuntos como la lucha contra la corrupción y el soborno, y no solo es prohibirla, sino establecer políticas y estrategias que ayuden a prevenir y minimizarla.
Para crear un programa de Compliance eficaz, es necesario:
Conocer tu empresa: Realizar un examen interno para comprender mejor la empresa y sus necesidades.
Identificar los riesgos: Realizar un diagnóstico de todos los riesgos de la empresa para mitigarlos y diseñar un programa robusto.
Diseñar el programa: Establecer políticas y procedimientos necesarios para mitigar los riesgos detectados.
Designar un Oficial de Cumplimiento: Designar un líder para supervisar e implementar el programa.
Protocolizar el programa: Establecer protocolos claros y efectivos para su implementación.
Capacitar a la empresa: Capacitar a toda la empresa sobre el programa y sus políticas.
Crear un canal de denuncias: Establecer un canal de denuncias seguro, imparcial y confiable para reportar incumplimientos.
Proteger al denunciante: Asegurar la no represalia y protección del denunciante.
Establecer sanciones: Establecer sanciones y consecuencias disciplinarias en caso de incumplimiento.
Evaluación y actualización: Realizar evaluaciones periódicas y actualizar el programa para asegurar su eficacia y adaptación a los cambios legales y organizacionales.
Sin embargo, más allá de la estructura formal del programa, el Compliance debe ser una cultura viva dentro de las organizaciones. Cada colaborador debe hacer propios los lineamientos, políticas y valores del programa, y ser partícipe de su construcción. Solo así se puede lograr un programa exitoso y funcional dentro de las empresas.
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